Luis es empresario. Lleva más de 20 años llevando su empresa. En cuanto llegó la crisis hubo varios clientes que no pudieron pagarle por lo que el tuvo dificultades en sus obligaciones.
Al tiempo Hacienda y la Seguridad Social, después de reclamarle varias veces el retraso que llevaba le pusieron una anotación de embargo sobre su nave. En esta situación, las entidades financieras le cancelaron todas las líneas de financiación y la empresa llego a un punto en el que el cierre era inminente.
Luis tenía una plantilla de 12 personas, la empresa funcionaba bien y el hecho de que estos impagos que no pudo afrontar eran los que estrangulaban a la empresa, se veía forzado al cierre.
Nos conoció y al mes siguiente pudimos quitarle el embargo, dándonos capacidad de negociación con los bancos consiguiendo reaperturar la líneas de crédito pudiendo la empresa funcionar de nuevo correctamente.
Luis, mantuvo su empresa abierta, los puestos de trabajo seguros y pudo hacer frente a las deudas que mantenía.